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mientras tantos buscan, los animalitos filantrópicos o cronopios encuentran; mientras tantos hablan, el animalito filantrópico experimenta....

miércoles, 17 de agosto de 2011

Instrucciones para aventar madres

Antes de aventar cualquier objeto al aire, ante todo, junte los codos al cuerpo. Ya lo dicen los rusos: aquellos que aventaban cohetes al espacio y… sin abrir los codos. Los pies han de estar clavados en el suelo, en una posición natural. No es necesario que marquen las diez y diez, ni flexionar ninguna de las tres rodillas. Frente a tu cuerpo hay una ventana imaginaria, o no. Si eres capaz de visualizarla, comprenderás que ésta, además de ser un punto de comunicación a otro mundo  donde todo es circo, te servirá como punto de referencia para los lanzamientos de madres. La clave está en las esquinas de la ventana, y en el punto de cruce de las madres.  La gravedad es algo incuestionable, pero podemos vencerla y jugar con ella. Tener ese pensamiento es fundamental para que ninguna madre toque el suelo; pues la lógica aquí, es una forma más de desarrollar el misterio. Para aventar objetos inanimados -o no- al aire, uno ha de fijar la atención mental, previamente al impulso de los manubrios con dedos, en el cruce invisible de los puntos cardinales (de acuerdo a la Academia de Altísimos Estudios Espirales). De este modo es fácil observar -sin ningún atisbo de intención personal-, como atraviesan una trayectoria diferencial (o dos veces la misma) sin alterar su composición; en este preciso instante (pequeña eternidad) te sentirás unido a la tierra por mil lazos invisibles, hilos de etéreas arañas. Alcanzado esos peldaños híbridos con que atravesaste los limites del bípedo implume, se percibe -en lo que la madre queda suspendida en el aire- como brota el tiempo en todas sus facetas. Conforme te adentras en esa polifónica melodía intermedia (entre lo mundo real y el mundo inventado), una descubre que lo que se avienta, no es en modo alguno tan importante como el hecho de aventarlo...y así hasta el fin -o mejor dicho el SINFÍN- de los tiempos o sus formas cíclicas...
Avienten madres al aire, y así alcanzarán el nirvana malabarístico-conceptual.

FEDITO Y KUKI, 2010

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